martes, 17 de abril de 2012

Los "chupasangres"

Hay una especie animal muy extraña que está catalogada como oportunista. Aprovecha los espacios que dejan otras especies en el nicho ecológico para ocuparlo y reproducirse hasta colmarlo, abandonándolo en el momento en el que decrece el alimento. Es una especie parásita, pues necesita de otros para vivir y además resulta extremadamente agresiva en su actividad; encontradas las víctimas, no para hasta acabar con ellas. A falta de un nombre técnico, propongo que se les llame, de forma provisional, atendiendo a su  acto característico: chupar la sangre ajena. Les llamaremos los "chupasangres". Estos animales están agazapados y a la más mínima oportunidad se abalanzan contra su víctima y es cuestión de tiempo que acabe completamente esquilmada. No tienen ningún tipo de miramiento, lo mismo les valen víctimas adultas que jóvenes e incluso crías. Lo suyo es devorar y devorar hasta que no queda nada más que extraer. Y cuando esto sucede, pues a otra cosa víctima, que hay muchas para expoliar.
En España, esta especie animal ha cobrado un nombre propio, Grifols, la empresa líder en tecnología de la salud y que ha alcanzado una gran facturación en el procesamiento del plasma sanguíneo, especialmente en países como EE.UU., donde es legal comprar la sangre. Allí, las personas de clase baja y sin recursos, especialmente negros e hispanos, venden su sangre, por unos 50 dólares y obtienen unos recursos de los que carecen. Lo que esta empresa está proponiendo en España es que los parados puedan complementar su seguro de desempleo con la venta de su sangre a un precio de unos 60 euros por extracción y unas cuatro extracciones al mes. Si en España ya hay más de un millón de parados que no perciben subsidio, los escasos 400 euros de dádiva gubernamental, la empresa se encuentra ante un nicho de negocio muy amplio. En una familia donde todos sus miembros estén en paro, puede extraer cada semana hasta cuatro bolsas de sangre y esta familia sacarse un capital por ello. Es normal que la empresa lo pida, ha visto la oportunidad que se abre ante ella en un país donde cada vez hay más gente sufriendo. Se trataría de "chupar la sangre" a esta gente hasta que las cosas vayan bien. Hay que tener presente que España es un país donde la gente está bastante "limpia", debido a que hasta ahora ha sido una zona protegida de la rapiña de los capitales parásitos. Pero con la destrucción anunciada del sector público sanitario y educativo hay que aprovechar antes de que la población se contamine y no se útil para extraer beneficios. Hay que aprovechar mientras el "huésped" está sano para extraerle toda la sangre.

Esperando a la puerta de España están otros parásitos oportunistas como las empresas dedicadas a los transplantes. El sistema español es el mejor del mundo y donde más transplantes se realizan, de forma indiscriminada, sin tener en cuenta la renta y posición social y eso es un nicho de negocio a todas luces. Si se destruye el Estado, los pobres acabarán vendiendo cualquier cosa y, con tal de sacar dinero para pagar los desmanes de la prima de riesgo, el Estado acabará cediendo a las pretensiones y cobrando por los transplantes, entrando así en el capitalismo como Dios manda: aquel en el que los que pueden pagar tienen todo lo que necesitan: riñones, corazones, mujeres, defensa... lo que sea. Es lo que sucede cuando se abre un espacio a la acción de los "chupasangres", que sabemos cómo empieza y cómo acaba. ¿Es eso lo que queremos para nuestro país?

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